Dime Con Quien Andas, Y Te Diré Quien Eres

«El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre.» Prov. 27:17

Hace unos días tuve la oportunidad de regresar a mi tierra natal- Rep. Dom. Algo surgió y tuve que viajar por temas familiares. En medio de la pandemia y con un toque de queda mandatorio, no tenía muchas expectativas del viaje, lo que sí tenía eran muchos deseos de por lo menos compartir con mis amigas.

Mis amigas, algunas con las que crecí, y otras que conocí en la universidad, están muy cercanas a mí corazón. Son chicas con las cuales hice vida por mucho tiempo; ellas conocen mis fortalezas y debilidades y me aceptan tal cual soy. Son las personas con quienes me reúno para reír, y a las cuales corro cuando quiero llorar.

Este viaje no fue ocasión diferente, reímos tanto- muchas historias, recuerdos y ocurrencias contadas- y lágrimas derramadas – disculpas y despedidas expresadas. Meditando en esto, me di cuenta que las personas que tenemos alrededor nuestro serán de gran impacto en nuestras vidas, para bien o para mal.

Como Cristianos, debemos ser muy sabios en elegir nuestras amistades, porque estas serán las personas más cercanas a nosotros que influenciarán en cómo nuestros pensamientos y creencias serán moldeados. Cuando hacemos vida con alguien más, sin darnos cuenta, nos estamos formando el uno al otro. «Dime con quien andas y te diré quien eres», es un viejo dicho dominicano que explica que con la persona que más te relaciones, te definirá.

No es que debemos tener amigos idénticos a nosotros o que tengan una copia de nuestra personalidad, si no, que como hijos de Dios, debemos pedirle amistades que tengan un mismo sentir, que compartan nuestros valores. Estas chicas, mis amigas, aunque cada una ha elegido un camino distinto, su esencia sigue siendo la misma: personas que dentro de su ámbito, buscan como crecer personalmente y ser un aporte a nuestra sociedad.

Debemos tener discernimiento de a quién le damos entrada a la intimidad de nuestras vidas, a la desnudez de nuestro corazón, la Biblia advierte: «No se dejen engañar:<Las malas compañías corrompen las buenas costumbres>.» 1 Co. 15:33

Esto no significa que sería mejor no tener amigos; la amistad se menciona en muchos pasajes de la Biblia, es decir que tiene mucha importancia, incluso el Señor Jesús llamó a sus discípulos sus amigos. La amistad es un regalo de Dios, una persona que Él nos da con la cual podemos hacer vida, con la cual podemos compartir nuestras cargas y ligerezas. Cuando servimos y trabajamos juntos formamos amistades, y muchas veces, esas son las personas que Dios pone en nuestras vidas para ayudarnos a descubrir nuestros talentos y guiarnos hacia Su voluntad.

Lo que necesitamos son amistades que nos ayuden a traer gloria a Dios, a quienes aprendamos a honrar y en quien podamos confiar. Mira tus amigos hoy, ¿te sentirías privilegiado si los utilizaran como regla para medirte?

«El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado». Prov. 13:20

Acerca de la autora: Anyeline es la madre de uno, amante de Jesus, y disfruta una buena taza de cafe. Es originalmente de la Republica Dominicana, pero ahora es una orgullosa ciudadana Americana. Si visitan nuestra iglesia, la encontraran enseñando nuestra clase de jovenes adultas o ayudando en el misnisterio de niños. Ella siempre tiene una sonrisa y un saludo calido para amigos y extraños tambien.